La Nación: En la lírica, los héroes no siempre son los tenores
ScrollAcostumbrados a tener siempre los papeles antagónicos dentro de las óperas, los barítonos y bajo barítonos quizás escapen de esa aura divina que rodea a los tenores, quienes en la mayoría de los casos son los que terminan consagrados como héroes. No Tenors Allowed, con su concierto de esta noche, a las 20, en el Teatro Colón, representa una gran oportunidad para asomarse al inmenso repertorio que existe para este registro y apreciar de manera exclusiva la flexibilidad de la que es capaz.
Formado por el norteamericano Thomas Hampson (barítono) y el italiano Luca Pisaroni (bajo barítono), quienes a la vez son suegro y yerno, desde 2010 recorren los principales escenarios del mundo para llevar una selección de arias y de canciones clásicas a las que no es habitual escuchar en los recitales. Estarán acompañados en el concierto por el pianista austríaco Christian Koch y será transmitido en vivo desde la página del Colón.
Hampson es considerado el gran barítono norteamericano de la actualidad. Toda una institución dentro de la lírica, su carrera ha sido impresionante: abarca más de 80 roles de ópera, una discografía que comprende 170 álbumes y una infinidad de premios y reconocimientos. En 1999, junto con su amigo el bajo Samuel Ramey, decidió grabar un disco con una selección de duetos al que le pusieron jocosamente No Tenors Allowed y resultó un gran éxito, aunque debido a sus agendas tan comprometidas les resultaba difícil juntarse para planificar una gira.
En 2010, Hampson retomó la idea, esa vez junto a su yerno. “Luca es mucho más joven que yo, pero es un concertista profesional. Desde el primer momento en el que trabajé con él me di cuenta de cómo cuidaba y les daba valor a su voz y a la cultura del canto, y también de que era un animal en escena. Esa gran presencia escénica que tenemos de manera individual se multiplica cuando compartimos el mismo escenario”, afirma.
Pisaroni debutó en Salzburgo a los 26 años junto a la Filarmónica de Viena dirigido por Harnoncourt. Para ambos es su debut en el Colón, aunque Pisaroni conoce muy bien el teatro, ya que vivió en Buenos Aires durante sus años de formación. “Ambos compartimos la idea de que la voz no es solo para hacer ruido, sino que tiene que expresar algo. Tiene que utilizarse para comunicar lo que está escrito en el papel”, explica.